lunes, 25 de mayo de 2009

Es increíble estar viviendo de una forma tan inconsciente. El espacio, el tiempo, mi vida, prácticamente todo ha cambiado... Lo vivido estos últimos meses es tan frágil que se asemeja a una fotografía borrosa y movida, a la cual eliminan de una cámara por inservible. Tengo miedo de perder recuerdos, de olvidar cosas importantes, pequeños detalles que pueden llegar a ser lo mejor que tengo. Quiero recordarlos y sentir lo mismo que sentí al vivirlos. Ahora tengo la sensación de que yo no he vivido nada, de que esos recuerdos son sueños anclados en el pasado, inalcanzables, que permanecen allí destinados a ser ignorados hasta que llegue su momento. Un instante que quizá no llegará nunca. Y se perderán, junto a todo el tiempo que muchos desearían recuperar.

domingo, 19 de abril de 2009


''Cuando te sientes como él se sentía, no quieres hablar ni que te hablen. No quieres puto rollo de ninguna clase. Yo tampoco quería. A veces pienso que la gente se hace yonqui sólo porque su subconsciente anhela un poquitín de silencio.''

domingo, 29 de marzo de 2009

Desesperación desesperada


A veces la cabeza me pesa doble. A veces los huesos me tiran hacia abajo, como si el suelo los estuviera reclamando. Me arde la piel incandescente de sentir y ya no siente nada. Me golpea la luz en las pupilas, un directo de derecha en lo más hondo de las retinas. Se me cansan los brazos de tenerlos alzados, me duelen si los dejo bajos; colgados, balanceándose como dos trozos de carne y hueso flácidos, inertes.
La imaginación se me agudiza a mi pesar, y pienso en los pensamientos como cadenas de hierro, eslabones entrelazados que se mueven lentamente, golpeando las paredes del cerebro con sonido metálico, insistente, fantasmal…
Las calles me resultan más frías y grises que nunca. Si veo las nubes negras me han de parecer signos fatídicos, como sombras de mal augurio que en cualquier momento pueden desprenderse de los hilos que las sujetan al cielo, cayendo encima de mí como una densa manta tenebrosa.
Qué claustrofobia hasta en los exteriores más abiertos. Qué densidad en el aire más ligero. Qué mugrientas las gotas de lluvia más cristalinas. Qué oscuridad tras el sentimiento más claro.
Cuerpo sano enfermado por mente amarga.
Como si alguien hubiese envenenado mis neuronas, abriéndome la tapa de los sesos e inundando mi cerebro con las gotas de un zumo de limón ácido, corrosivo; fluido que se aferra y agarra con sus afiladas uñas carroñeras, sin piedad, a los recovecos más profundos de los sentidos.

sábado, 28 de marzo de 2009

Marionetas


Correr y correr, sin dirección, sin rumbo fijo, perdida entre la multitud, dejando a un lado pensamientos y en otro sentimientos, siniestras figuras inmersas en la oscuridad me acechan, aquellas sombras que ríen quebrando así mis sueños, mil sonrisas pintadas ocultando su dolor, soy prisionera de la nostalgia y vivo encadenada a mis recuerdos, miro lo que un día fue, jamás lo que un día será, imposible es su liberación, infierno viviente, dueña de un destino incierto, estos filamentos mortíferos son mi esqueleto y yo... soy una víctima más de este juego de títeres.